Este es un postre que mi madre hace el día de Candelaria. Cuando era pequeña íbamos el día 14 para las fiestas y nos veníamos después de los fuegos. Se llevaba algo de comer, y de postre, éste de fruta. Es buenísimo, y aunque hemos dejado de ir ese día a ver a la Virgen, intento seguir con la tradición gastronómica, tan solo por comerlo. 😉

Ayer estuve en su casa y la ayudé a hacerlo. Por eso, hoy pongo la receta. Además si hablo con mis sobrinos seguro que saben que lo hice yo, porque me queda más seco que a mi madre. 🙁

Ingredientes:

• 1 bote de leche condensada
• 1 bote de nata «ermol»
• 1 huevo
• 1 paquete de bizcochos
• 1 lata de melocoton en almíbar
• 1 lata de piña en almíbar

Elaboración:

Mezclamos con ayuda del brazo la nata, la leche condensada y el huevo, hasta conseguir una masa homogénea. Si necesitamos una cantidad grande, duplicamos las cantidades y listo.

Picamos la piña y el melocotón en trocitos pequeños y los reservamos en unos platos. Se puede hacer sólo de piña o sólo de melocotón, o incluso se puede añadir otra fruta en almíbar, uvas, pera, y hasta ponerle guindas, eso al gusto, a nosotros nos gusta con estas dos frutas.

Preparamos el recipiente donde vamos a hacer el postre, un tupper o un bol, y empezamos con el montaje. Mojamos los bizcochos en el almíbar de las frutas y ponemos una capa en el recipiente, después la cubrimos con la mezcla,  y por último, esparcimos piña y melocotón encima, y así sucesivamente, montando capas, hasta terminar con los ingredientes o con el espacio en el recipiente.

La última capa sería de fruta, podemos decorarla con un melocotón entero o medias rodajas de piña, como se quiera. Lo dejamos en la nevera para que se enfríe un rato y listo para comer.